Publicado por Diario de Navarra.
Actualizada 19/11/2012 a las 08:34
Alumnos de la banda joven de Tudela, durante un ensayo esta semana. Ellos y sus padres viven con incertidumbre qué pasará con el conservatorio.. BLANCA ALDANONDO
En 2010, Tudela y la Ribera vieron cómo se hacía realidad una de sus reivindicaciones históricas: el conservatorio de música. Aunque de titularidad municipal, el Gobierno de Navarra se comprometió a financiarlo para 52 alumnos. Hoy, sólo 2 años después, su futuro está en el aire. De hecho, este curso se salvó por la campana, después de que el Gobierno redujera la ayuda de los 220.000 euros a 166.000. Sólo la aportación de 57.000 euros del ayuntamiento logró mantener el conservatorio.
Pero el futuro sigue siendo incierto. El proyecto de presupuestos para 2013 contempla el mismo recorte, y el ayuntamiento ya anunció que no podría aportar de nuevo el resto del dinero. Ante esta situación, profesores, padres y alumnos han iniciado una campaña en defensa del conservatorio para seguir dando una formación profesional a los 2.400 alumnos con los que cuentan las escuelas de música de la Ribera y que, de otra forma, se verían obligados a desplazarse a Pamplona o Comunidades limítrofes. El respaldo social es total y ya han recogido más de 6.000 firmas.
Este miércoles, el centro celebra Santa Cecilia, y lo hará de una forma especial con una exposición de fotos de 10 músicos riberos formados en Tudela y que han llegado a lo más alto. Este reportaje muestra la historia de cinco de ellos, cuya trayectoria demuestra la calidad de la educación en el centro de la capital ribera. El resto son David Cristóbal (profesor de Saxofón en Amsterdam); Javier Lorente (trompeta solista Banda de Madrid); David Ruiz (profesor de Saxofón en Huesca); Óscar Catalán(profesor de Flauta Travesera en (París); y Belén Estaje (violinista de la banda de Enrique Bunbury).
"La Ribera lo necesita; hay muchísimo talento"
Marta González Bordonaba (Tudela, 24-5-1976) comenzó a estudiar en el Conservatorio de Tudela con 8 años. Eligió el violín porque lo tocaba el abuelo de una amiga suya y continuó su formación en Pamplona; luego con Isabel Vilá en Burgos; y, finalmente, acabó su carrera en el Conservatorio de Vitoria, con el título superior de violín y música de cámara.
Desde entonces, ha pasado por la Joven Orquesta Nacional de España, la Pablo Sarasate de Pamplona, la Filarmónica de Bilbao o la Santa Cecilia de Madrid, entre otras. Ha sido músico de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con el violín barroco y ahora trabaja el violín moderno con grupos de tangos, música electrónica o rock. Es profesora en Madrid, y lo alterna con todo tipo de actuaciones y colaboraciones.
Pero todo esto, según ella misma reconoce, no hubiera sido posible sin haberse formado en el conservatorio de Tudela. "La calidad de la enseñanza era de la mejor. Estoy orgullosa de ser uno de los músicos profesionales que ha salido de Tudela", señala.
Lo que no entiende es que, ahora, el futuro de este centro esté en el aire. "Es muy triste. Un niño o niña con talento nace donde nace y si lo hace en Tudela y no tiene los medios para desarrollarse ni para trasladarse a estudiar a otro lugar...", se lamenta.
Lo que tiene claro es que Tudela necesita un conservatorio. "No sólo por la ciudad, sino por todos los pueblos. Hay muchísimo talento artístico y los jóvenes necesitan que les echen una mano porque la calidad de una sociedad no se consigue con dinero, sino con la calidad de la enseñanza", concluye.
Pero el futuro sigue siendo incierto. El proyecto de presupuestos para 2013 contempla el mismo recorte, y el ayuntamiento ya anunció que no podría aportar de nuevo el resto del dinero. Ante esta situación, profesores, padres y alumnos han iniciado una campaña en defensa del conservatorio para seguir dando una formación profesional a los 2.400 alumnos con los que cuentan las escuelas de música de la Ribera y que, de otra forma, se verían obligados a desplazarse a Pamplona o Comunidades limítrofes. El respaldo social es total y ya han recogido más de 6.000 firmas.
Este miércoles, el centro celebra Santa Cecilia, y lo hará de una forma especial con una exposición de fotos de 10 músicos riberos formados en Tudela y que han llegado a lo más alto. Este reportaje muestra la historia de cinco de ellos, cuya trayectoria demuestra la calidad de la educación en el centro de la capital ribera. El resto son David Cristóbal (profesor de Saxofón en Amsterdam); Javier Lorente (trompeta solista Banda de Madrid); David Ruiz (profesor de Saxofón en Huesca); Óscar Catalán(profesor de Flauta Travesera en (París); y Belén Estaje (violinista de la banda de Enrique Bunbury).
"La Ribera lo necesita; hay muchísimo talento"
Marta González Bordonaba (Tudela, 24-5-1976) comenzó a estudiar en el Conservatorio de Tudela con 8 años. Eligió el violín porque lo tocaba el abuelo de una amiga suya y continuó su formación en Pamplona; luego con Isabel Vilá en Burgos; y, finalmente, acabó su carrera en el Conservatorio de Vitoria, con el título superior de violín y música de cámara.
Desde entonces, ha pasado por la Joven Orquesta Nacional de España, la Pablo Sarasate de Pamplona, la Filarmónica de Bilbao o la Santa Cecilia de Madrid, entre otras. Ha sido músico de la Compañía Nacional de Teatro Clásico con el violín barroco y ahora trabaja el violín moderno con grupos de tangos, música electrónica o rock. Es profesora en Madrid, y lo alterna con todo tipo de actuaciones y colaboraciones.
Pero todo esto, según ella misma reconoce, no hubiera sido posible sin haberse formado en el conservatorio de Tudela. "La calidad de la enseñanza era de la mejor. Estoy orgullosa de ser uno de los músicos profesionales que ha salido de Tudela", señala.
Lo que no entiende es que, ahora, el futuro de este centro esté en el aire. "Es muy triste. Un niño o niña con talento nace donde nace y si lo hace en Tudela y no tiene los medios para desarrollarse ni para trasladarse a estudiar a otro lugar...", se lamenta.
Lo que tiene claro es que Tudela necesita un conservatorio. "No sólo por la ciudad, sino por todos los pueblos. Hay muchísimo talento artístico y los jóvenes necesitan que les echen una mano porque la calidad de una sociedad no se consigue con dinero, sino con la calidad de la enseñanza", concluye.