lunes, 21 de enero de 2013

Tras la pista de la Batalla de Tudela.


Publicado por Diario de Navarra.


DIEGO CARASUSÁN. TUDELA  
Actualizada 21/01/2013 a las 08:43

Imagen de la recreación de la Batalla de Tudela que tuvo lugar en 2007, un año antes de su 200 aniversario. ARCHIVOImagen de la recreación de la Batalla de Tudela que tuvo lugar en 2007, un año antes de su 200 aniversario. ARCHIVO
Un detector de metales recorre el cerro de Santa Quiteria, a las afueras de Tudela. Su portador, el arqueólogo local Juanjo Bienes Calvo, no despega la vista del suelo, concentrado en su labor. La máquina vuelve a pitar y el investigador se agacha para cavar la tierra. A unos 20 centímetros de profundidad aparece una hebilla de hierro perteneciente a un correaje, probablemente de uno de los caballos que, el 23 de noviembre de 1808, participaron en la Batalla de Tudela, el enfrentamiento armado más importante que ha tenido lugar en suelo navarro en toda su historia.

El incesante pitido del detector contrasta con el de los disparos de cañón y fusil que, en ese mismo lugar, hace ya más de 200 años, sonaron, también de modo incesante, entre las tropas francesas, vencedoras de la contiendas, y las españolas.
Además de esa hebilla, los trabajos llevados a cabo por el equipo de Juanjo Bienes en los dos últimos años han hallado más de 300 piezas. Entre ellas destacan decenas de restos de munición de una batalla que todavía guarda secretos.

LA VICTORIA FRANCESA
La toma de Tudela fue considerada como clave por Napoleón. Su puente sobre el Ebro era vital para el futuro asedio de Zaragoza.
La línea de defensa española, compuesta por 30.000 hombres al mando del general Castaños, se estableció a lo largo del río Queiles, desde el cerro de Santa Bárbara -donde ahora se ubica el Corazón de Jesús- hasta Cascante.

Al otro lado del cauce, el mariscal francés Jean Lannes, al frente de otros 30.000 soldados, ordenó la toma del cerro de Santa Bárbara y el avance hacia Cascante y Murchante.

Castaños ordenó a Lapeña, ubicado en Cascante, que cerrara la línea hasta Tudela, algo que no cumplió, dejando un hueco que resultó crucial.

Los franceses tomaron Santa Bárbara mientras su caballería atacaba Santa Quiteria, lo que provocó el desmoronamiento del ala derecha española.

La batalla estaba perdida, con 600 muertos, 2.500 heridos y 1.300 prisioneros en el bando español, por los 44 muertos y 513 heridos entre las tropas francesas. Ese fue el balance de una batalla cuyo eco todavía resuena en Tudela.